Si les digo que estuvimos conversando con un gran jugador me pueden nombrar varios; si lo presento como un integrante del plantel de tiro federal me dirán 30 nombres; si a los datos sumo uno importante como es que este personaje fue campeón con tiro la lista se acorta, pero si les cuento que es el autor del gol más importante en la historia del aurivioleta les vendrá a la memoria este gran “win”(así se define como jugador) que tiene por nombre Daniel, al que apodan chiqui y se apellida Fernández. Con él, La Deportiva repasó momentos inolvidables de este pichón de caruso que intercambió momentos de sonrisas (cuando se recordó alguna anécdota) con otros de nostalgias al punto tal de llegar a la emoción.
Con 23 años (26/6/85) es uno de los mayores héroes de la historia de tiro federal, pues con un gol suyo en la recordada definición con villa mitre se coronaron campeones por vez primera. Es tan amante del futbol y lo vive con tanta pasión que ni recuerda la fecha de su debut en primera y tampoco con exactitud la cantidad de goles que ha convertido.
----- Estoy desde los ocho años en tiro, toda mi vida, mi familia es hincha del club, vivimos cerca del estadio. No recuerdo bien la fecha en que debuté, y el año creo que fue 2002 o 2003; creo que tengo 32 goles, y el entrenador que me puso en primera fue Luis Diaz, a quien siempre le voy a agradecer porque junto con Tato Zapata son a mi criterio los mejores que hay en la liga y los que me han enseñado mucho. Son diferentes entre sí pero a la vez parecidos porque buscan el mismo objetivo.
Cada jugador de futbol es conocido por eso, por su labor dentro del campo de juego y se obvia a veces la parte humana de estos, condición necesaria para poder desempeñarse en un ámbito grupal. Chiqui, se presenta como un muchacho de barrio, humilde, que sabe de amistades dentro y fuera del rectángulo, porque el futbol también te da amigos.
---- Soy dentro de la cancha igual que en la vida diaria, tranquilo, me considero una persona de buena fe, aunque no niego que suelo “calentarme” un poco en ciertos partidos pero no pasa de ahí; de hecho tengo algunos amigos en otros clubes, con los que he jugado de chico y en primera.
Como tema obligado y adentrándonos de lleno en lo futbolístico, bocado de por medio, Daniel repasó la temporada 2008 con las alegrías del comienzo, los posteriores bajones, la partida del técnico y la remontada del final. No estuvo ausente tampoco en la mesa la participación en el argentino “c”, con la sorpresiva y temprana eliminación.
----- Fue un año raro porque veníamos del promocional con la carga que eso significa y ganamos casi una rueda completa terminándola como lideres; luego de los siguientes 21 puntos obtuvimos tan solo 3 y se nos hizo cuesta arriba, comenzaron los problemas y culminó con la salida del entrenador. Llegó Luis y comenzó a rumbear el barco al punto que terminamos entre los cuatro primeros y llegando con chances al último cotejo que empatamos con Olimpo.
Finalizado el año empezó el torneo del interior, para el que nos preparamos mucho y lamentablemente las cosas salieron al revés.
Se emociona al recordar ese partido con los primos tricolores en que paso a ser el máximo exponente de la gloria “turca” y no llega a comprender lo que él significa para sus simpatizantes.
---- Ese día fue muy especial desde el comienzo porque había tenido un problema con mi viejo y me fui mal a la concentración, luego sucedió lo del partido y posterior a eso el llanto de mi padre por lo que había conseguido su hijo. Cuando llegamos al club y baje del colectivo se me acercaban personas mayores que me agradecían por demás diciendo que los había hecho más felices que aun en los nacimientos de sus hijos; “todavía no caigo de lo que significó para ellos mi gol”, con el tiempo quizás lo entienda.
Es un caso especial este chiqui no tan chiqui, que con su corta edad pero gran experiencia sueña con vivir del futbol si es que la buena fortuna lo acompaña. Seguro está que cuando abandone el futbol (piensa jugar hasta los 32) seguirá ligado a este deporte porque lo ama desde que tiene uso de razón, y sabe que su futuro estará unido a un buzo con las siglas D.T.
---Me quedan muchos años en este deporte, soy joven pero cuando no juegue más me voy a dedicar a dirigir; puedo decir sin sonrojarme que me gustaría ser como “caruso” Lombardi porque entiende el juego, me gusta su locura linda y va de frente sin callarse lo que piensa.
Familiero como tantos, se crio entre cuatro hermanos, dos mujeres y dos de los otros, de padre poco futbolero y madre seguidora de su hijo. Supo a los 8 que la pelota y tiro marcarían su vida, pero nunca que el marcaría a sus fieles. En el 2001 (no recuerda bien el año) tomo pruebas de aptitud en San Lorenzo de Almagro donde le fue bastante bien pero es hoy que no sabe porque no regresó a Buenos Aires.
--- Mi vieja va a la cancha pero mi papa no; tengo un hermano que llegó a reserva y el más chico jugó pero se decidió por los fierros. Tengo tres sobrinos y me gustaría tener hijos más adelante, siempre y cuando sean hinchas de Tiro y Boca sino lo pensaría (risas).
Le dicen el hombre de los goles importantes, fanático del xeneize y enfermo del futbol. Crecido y educado en su Bahía Blanca querida, la que solo cambiaria por Buenos Aires o Mar del Plata, laburador y responsable, porque no cualquiera sale del trabajo para entrenar y luego seguir dándole duro y parejo hasta la noche. Tiene sueños como cualquiera, pero ya se los quitó a muchos y se los cumplió a otros; simple, sencillo y bonachón; joven pero con la claridad y objetividad para reconocer las virtudes de los rivales. A La Deportiva le atrajo su condición como deportista y lo terminó convenciendo su parte humana.
DAVID QUILODRAN
Con 23 años (26/6/85) es uno de los mayores héroes de la historia de tiro federal, pues con un gol suyo en la recordada definición con villa mitre se coronaron campeones por vez primera. Es tan amante del futbol y lo vive con tanta pasión que ni recuerda la fecha de su debut en primera y tampoco con exactitud la cantidad de goles que ha convertido.
----- Estoy desde los ocho años en tiro, toda mi vida, mi familia es hincha del club, vivimos cerca del estadio. No recuerdo bien la fecha en que debuté, y el año creo que fue 2002 o 2003; creo que tengo 32 goles, y el entrenador que me puso en primera fue Luis Diaz, a quien siempre le voy a agradecer porque junto con Tato Zapata son a mi criterio los mejores que hay en la liga y los que me han enseñado mucho. Son diferentes entre sí pero a la vez parecidos porque buscan el mismo objetivo.
Cada jugador de futbol es conocido por eso, por su labor dentro del campo de juego y se obvia a veces la parte humana de estos, condición necesaria para poder desempeñarse en un ámbito grupal. Chiqui, se presenta como un muchacho de barrio, humilde, que sabe de amistades dentro y fuera del rectángulo, porque el futbol también te da amigos.
---- Soy dentro de la cancha igual que en la vida diaria, tranquilo, me considero una persona de buena fe, aunque no niego que suelo “calentarme” un poco en ciertos partidos pero no pasa de ahí; de hecho tengo algunos amigos en otros clubes, con los que he jugado de chico y en primera.
Como tema obligado y adentrándonos de lleno en lo futbolístico, bocado de por medio, Daniel repasó la temporada 2008 con las alegrías del comienzo, los posteriores bajones, la partida del técnico y la remontada del final. No estuvo ausente tampoco en la mesa la participación en el argentino “c”, con la sorpresiva y temprana eliminación.
----- Fue un año raro porque veníamos del promocional con la carga que eso significa y ganamos casi una rueda completa terminándola como lideres; luego de los siguientes 21 puntos obtuvimos tan solo 3 y se nos hizo cuesta arriba, comenzaron los problemas y culminó con la salida del entrenador. Llegó Luis y comenzó a rumbear el barco al punto que terminamos entre los cuatro primeros y llegando con chances al último cotejo que empatamos con Olimpo.
Finalizado el año empezó el torneo del interior, para el que nos preparamos mucho y lamentablemente las cosas salieron al revés.
Se emociona al recordar ese partido con los primos tricolores en que paso a ser el máximo exponente de la gloria “turca” y no llega a comprender lo que él significa para sus simpatizantes.
---- Ese día fue muy especial desde el comienzo porque había tenido un problema con mi viejo y me fui mal a la concentración, luego sucedió lo del partido y posterior a eso el llanto de mi padre por lo que había conseguido su hijo. Cuando llegamos al club y baje del colectivo se me acercaban personas mayores que me agradecían por demás diciendo que los había hecho más felices que aun en los nacimientos de sus hijos; “todavía no caigo de lo que significó para ellos mi gol”, con el tiempo quizás lo entienda.
Es un caso especial este chiqui no tan chiqui, que con su corta edad pero gran experiencia sueña con vivir del futbol si es que la buena fortuna lo acompaña. Seguro está que cuando abandone el futbol (piensa jugar hasta los 32) seguirá ligado a este deporte porque lo ama desde que tiene uso de razón, y sabe que su futuro estará unido a un buzo con las siglas D.T.
---Me quedan muchos años en este deporte, soy joven pero cuando no juegue más me voy a dedicar a dirigir; puedo decir sin sonrojarme que me gustaría ser como “caruso” Lombardi porque entiende el juego, me gusta su locura linda y va de frente sin callarse lo que piensa.
Familiero como tantos, se crio entre cuatro hermanos, dos mujeres y dos de los otros, de padre poco futbolero y madre seguidora de su hijo. Supo a los 8 que la pelota y tiro marcarían su vida, pero nunca que el marcaría a sus fieles. En el 2001 (no recuerda bien el año) tomo pruebas de aptitud en San Lorenzo de Almagro donde le fue bastante bien pero es hoy que no sabe porque no regresó a Buenos Aires.
--- Mi vieja va a la cancha pero mi papa no; tengo un hermano que llegó a reserva y el más chico jugó pero se decidió por los fierros. Tengo tres sobrinos y me gustaría tener hijos más adelante, siempre y cuando sean hinchas de Tiro y Boca sino lo pensaría (risas).
Le dicen el hombre de los goles importantes, fanático del xeneize y enfermo del futbol. Crecido y educado en su Bahía Blanca querida, la que solo cambiaria por Buenos Aires o Mar del Plata, laburador y responsable, porque no cualquiera sale del trabajo para entrenar y luego seguir dándole duro y parejo hasta la noche. Tiene sueños como cualquiera, pero ya se los quitó a muchos y se los cumplió a otros; simple, sencillo y bonachón; joven pero con la claridad y objetividad para reconocer las virtudes de los rivales. A La Deportiva le atrajo su condición como deportista y lo terminó convenciendo su parte humana.
DAVID QUILODRAN
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